-Pero esa niña sabe como utilizarte,
prefiero que venga de vez en cuando a casa y seáis felices con los jueguecitos
que hacer de padre de una niña que no es tuya y ver lo bien que te llevas con
ella…
-Estás celoso… ¿¡de una cría!?- dijo
totalmente incrédulo
-Todo a lo que le sonríes, todo lo que te
toca, todos con los que hablas; nunca te has reído conmigo, ni tampoco te has
llevado tan bien. Sí tengo celos de todo lo que se acerque a ti.
-Cálmate quieres, estamos en mitad de la
calle… -Intentó escaparse pero Kai lo retuvo y le besó intensamente.
-Vente a vivir conmigo… por favor.
La cara que le había mostrado Kai era
realmente de súplica, no había dicho ninguna mentira y se imaginó lo que sentía
al recordar a Kai halando con Naia, por que su sentimiento era similar, Noah
aceptó la invitación y le dijo que le avisaría con tiempo.
-No tengo mucho que llevarme, así que…
seguramente en un par de días…
-Y aunque fuera mañana, llámame. Te
ayudaré.
-Gracias- dijo mientras se iba notando
como empezaba a ruborizarse. Una mano lo detuvo y lo giró mientras Kai
confirmaba lo que había visto… Noah ruborizado y agradecido… Volvió a besarlo
con muchas más ganas y pasionalmente que la primera…- Suéltame- dijo Noah
intentando huir, pero sin oponer mucha resistencia.- Tengo que volver a casa…
La cara de Kai cambió.
-¿Por qué no te quedas conmigo y ya vamos
a por tus cosas?- lo estaba diciendo en serio.
-¿Quieres calmarte de una vez?-
reprochaba Noah
-No… Tengo ganas de ti.
-… En serio, tengo que ir a casa…
-Entonces empezaremos con la mudanza esta
noche.
Noah empezó a molestarle que fuera tan
persistente, estaba seguro que quería otra noche de sexo desenfrenado, pero él
a la mañana siguiente tenía que ir a clases. De todas maneras Kai lo siguió y
lo esperó en la portería mientras observaba la luz del comedor encendida y a
dos sombras en el suelo jugando.
-Ya estoy aquí- dijo abriendo la puerta y
viendo a ambas crías y a Jhon.
-Hola.
-¡Hola!- dijeron las pequeñas.
-Noah, ¿ya has vuelto, has hablado con
Kai?- dijo Karina
-Sí; creo que voy a llevarme ya algunas
cosas. No quiero molestar, Kai está abajo para ayudarme.
-Siento que te estoy echando, Noah. Lo
siento.- se reprochó ella
-Tranquila, si necesitas dejar la niña
sabes que por las tardes estoy disponible, además puedo llevarla a casa de Kai
no hay problema.
-¿Seguro?
-Claro que no. Bueno voy a mi habitación.
Posiblemente para el Martes ya me lo haya llevado todo.
-Tranquilo chico, sigue siendo más tu
casa que la mía.- dijo Jhon asomándose a la habitación- ¿Te ayudo a cargar
algo?
-Sí, lo agradezco. Aun que sea hasta la
puerta de abajo.
-Puedo llevaros en coche, así no tendréis
que cargar con esto por el camino, la guitarra y el amplificador pesan lo suyo.
-¡Gracias!
Cuando Kai vio bajar a Jhon con sus cosas
le hizo una mueca de mala manera pero cuando Noah le dio las gracias prefirió
calmarse; sobre todo por que abrió el coche y cargó sus cosas.
-¿Vas a llevarnos?- preguntó Kai
-Sí, Noah ha subido a recoger y
despedirse de ellas me sabía mal que se fuera tan de repente y encima que se
fuera andando. ¿Se va contigo?
-Sí, no hay problema con eso, soy yo
quién le ha insistido en que se podía quedar.
-Tío, te lo agradezco, no me cae mal,
pero es incómodo… Se conocen tanto que casi parecen ellos una pareja, a veces
más incluso que Karina y yo… Me pone un poco celoso, ¿sabes?
-Me lo imagino, bueno ya está aquí,
vámonos.
Un paseo en coche con la mayoría de las
cosas que Noah tenía en aquella casa. Fue él quién le dio las llaves a Jhon
cuando terminó, le dijo que aun le quedaban cosas pero que llamaría antes de
entrar, le cedió las llaves y le dijo que cuidara de ambas, y especialmente de
Karina, si la conocía debía saber cuanto había sufrido.
-Sí, nos veremos mañana.
-Sí. ¡Buenas noches y gracias!
Se metió en el coche y se fue mientras
Kai y Noah subían las cosas al piso. Una vez todo arriba Kai cerró la puerta y
miró a Noah a los ojos. Volvía a ser suyo y ahora más que nunca.