Cuando salieron de la tienda fue la
pequeña quién atacó con una inocente pregunta a Noah que estaba totalmente
perdido es sus pensamientos.
-¿No te cae bien Kai?- dijo cogiéndole
del brazo
-No es eso… es sólo que no me esperaba
encontrármelo tan a menudo…
-¿Tan a menudo? Pero si siempre ha
trabajado en esa tienda… ¿no lo reconociste cuando lo viste?- preguntó
incrédula
-Pues no…
Tras el paseo a casa Noah y Karina se
fueron de compras dejando a la peque en casa con los deberes, durante la compra
le preguntó si habían pasado por la tienda y si había elegido ya algo. También
le preguntó por Kai y si ya se había templado la tensión. Pero Noah era muy
difícil de leer cuando se quedaba callado y serio por lo que ella no pudo
averiguar mucho más allá de que no le hacía gracia toparse con aquel chico.
Después de las compras Noah se fue a la
habitación a seguir con la canción, preparando sus clases de guitarra y ya
puestos pensar en qué iba a hacer el sábado. Cuando se iba a centrar en ese
último tema lo llamaron para cenar. Noah quitaba la mesa con ayuda de Naia
mientras Karina cantaba algo mientras fregaba y arreglaba la casa; la pequeña
le llevó los deberes a Noah para que los revisara y los corrigiera, después
marchó a dormir. Cuando Noah se aseguró de que Karina había terminado él
también se marchó a su habitación a pensar que iba a hacer.
No quería volver a verlo porque
seguramente acabaría igual. No tenía ninguna prueba, pero había algo entre
ellos que con el mero hecho de estar cerca se atraían de esa manera. Ninguno
tuvo serias heridas visibles al día siguiente, pero si sentían el dolor de los
golpes. Noah se puso muy serio al recordar lo que habían hecho la noche
anterior; él nunca se había acostado con un hombre, no obstante no le importó
hacerlo con él… ¿Era necesidad o había algo más? ¿Por qué un hombre, por qué el
tipo de la tienda de golosinas, por qué necesitaban darse de hostias para
llegar a ese punto?
-¿En qué demonios estoy pensando? No soy
masoca… joder. Tengo la sensación de que ese tío me contagió algo raro…
La semana fue pasando con normalidad,
habían cerrado la gira de conciertos hasta principios de septiembre y el sábado
noche había llegado rápidamente. Karina había llegado a casa mientras Noah se
duchaba y se arreglaba. Cuando salió del baño fue bastante directo.
-No me esperéis despierto… ya llegaré.
-¿Vas a seguir rompiendo corazones?
-Dejo muy claras mis intenciones mamá,
son ellas las que no lo hacen difícil.- dijo burlándose.
-Ten cuidado, hay mucha gata salvaje por
ahí…
-Sí, sí, cenaré por ahí, hasta mañana.
-¿Mañana vas a venir a casa de los
abuelos como siempre?- dijo Naia asomándose por el sillón viendo como Noah se
iba de casa.
-Claroo…- se despidió con la mano y cerró
la puerta con una sonrisa en la cara.
Tenía que encontrar un lugar dónde cenar.
Cuando levantó la vista cegado por la luz de un cartel se dio cuenta que había
llegado al pub dónde se había encontrado con aquel tipo de las chucherías, se
giró y muy molesto se encaminó a un puesto de comida rápida para cenar. Fue
cuando estaba a punto de llegar su turno que una mano en el hombro le hizo
girarse.
-Al final has venido- dijo Kai con una
sonrisa.- ¿Te apetece si vamos a cenar a un sitio algo más… elegante? Invito
yo.
Noah realmente no quería aceptar pero en
cuanto dejó un silencio pensando qué decir él le arrastró tras él, de paso
podría aclarar algunas cosas mediante palabras. Pasase lo que pasase no debía
permitir que aquello volviera a pasar. “Nada de peleas” se dijo convencido de que
eso era lo que le provocaba.
Llegaron a un restaurante, el lugar era
conocido y tenía fama de ser algo caro, no obstante él parecía conocer el sitio
y en seguida les atendieron y les dieron una mesa. Se sentaron y uno de los
cocineros se acercó a hablar con él mientras Noah miraba la carta.
-¡Kai! Madre mía que de tiempo, pensaba
que no ibas a venir al restaurante.
-Claro que sí hombre, lo que pasa es que
venir sólo queda poco estético, por fin he convencido a un amigo para venir.
-Hola, encantado, soy amigo de Kai, nos
conocimos mientras estudiábamos para chef.- el muchacho se había presentado por
sí mismo, Noah bajó la carta y se puso en pie para estrechar la mano.
-Él es Noah, nos conocimos hace un
tiempo, es un cliente de la tienda.- No tubo más opción que aceptar ese hecho.
-Encantado- dijo fingiendo una sonrisa
afable.
-Veo que sigues soltero- dijo el chef-
Bueno por si te interesa por aquí tenemos unas chicas muy monas… Yo no tengo la
culpa de que vengan a pedir trabajo hombres guapos…
-Tú y tu debilidad por los hombres… No te
preocupes hombre. Y gracias, pero de momento me va bien.
-Cuando a todos tus niños les salgan
caries y tengas que cerrar te dejaré un
hueco en la cocina
-¡Gracias!- le dijo con una amplia
sonrisa
Aquella broma entre esos dos amigos hizo
que por algún motivo no le pareciera tan mala idea de haber ido a cenar con él;
había tenido la oportunidad de conocerlo como era más allá de su relación con
él, lo que le sorprendió fue que no contara nada de su experiencia con hombres,
que hablara como si fuera totalmente hetero.
jajajajaja...frase mejor del mundo:
ResponderEliminar"-¿En qué demonios estoy pensando? No soy masoca… joder. Tengo la sensación de que ese tío me contagió algo raro…"
Jajajajajaja de cada vez este chico me cae mejor n.n
Muy buen capítulo XDDD